Soy un convencido de que esta fulana, Gloria Álvarez, es una expresión completa del fascismo y una enemiga pública sofista que ha logrado confundir a más de uno.
Más allá de conspiraciones mundiales de la oligarquía (esto es debo evitar sonar como conspiranoico), si hacemos una revisión pormenorizada, encontraremos que la gran mayoría de los medios masivos de comunicación, son promotores del neoliberalismo (harían mal si no apoyasen a quien les da la oportunidad de continuar siendo parte del oligopolio económico) y por tanto hablarán mal de cualquier política o movimiento que busque quitarles poder.
Ella es un instrumento (financiado) de este tipo de oligarquías fascistas. El discurso de se encuentra tan plagado de sofismas que requiere de mucho texto para buscar desmentirla.
Para los que leen poco, propongo primero un resumen de mis conclusiones, contrarias al discurso de la derecha:
- La libertad es un concepto de izquierda
- El libre mercado es un concepto de izquierda
- Incluso el capitalismo primigenio es un concepto de izquierda
- Beneficiar al pueblo (a la ciudadanía) no es populismo
- No tomar en cuenta al pueblo (porque serías populista, según ella) es antidemocrático (y por tanto fascista)
- Quitar demasiado poder al gobierno, es abrir la puerta de los leones para que se coman a los corderos. Esa es la propuesta “liberal” (en realidad neoliberal) de ella.
- El objetivo subyacente de su discurso es que debemos doblar las manos sin quejas, para quedar a merced de los grandes corporativos y la oligarquía.
Entrando en tema.
Empezaría con el concepto en donde ella plantea que cualquier cosa que beneficie al pueblo, por definición es populista. Lo cual no sólo es falso, ya que no es la definición de populismo, sino que va directamente en contra del concepto de democracia. Esto es, está buscando convencer a la gente de que es bueno que los ladrones gobiernen porque ellos sí saben qué hacer y tú no.
Este es un punto muy importante, ya que el fascismo se ha dedicado continuamente a denostrar a la democracia y mucha gente ya abandonó el concepto moderno de esta, comprando el discurso fascista de que, por antonomasia, se tiene que hacer únicamente lo que digan las mayorías, supuestamente manifestado a través del voto; lo cual es completamente falso, ya que en una democracia siempre tienen que prevalecer los derechos también de las minorías a fin de que el sistema no termine apabullando a los que piensan diferente y se convierta en una dictadura.
Esta fulana, ya convenció a mucha gente de que hay que votar por los mismos ladrones de siempre, porque no hacerlo así, es decir, ver por los intereses de la gente, significa por definición que eres populista y por definición una mala persona (o político).
Se disfraza de liberal, cuando en realidad es neoliberal. El liberalismo, es un movimiento emanado de la ilustración, es decir de izquierda (jacobinos), y casualmente, el mismo movimiento que propició la Revolución Francesa, a través del cual, se buscaba quitarle el poder al rey y darle este al pueblo. En contraparte, teníamos a la derecha, los girondinos, quienes, a la fecha, son promotores de que sea el rey, los nobles, léase los grandes empresarios, la alta burguesía, la iglesia y el mismo poder de siempre, el que debe mantener el control de todo.
Si hacemos una revisión, el mismo capitalismo (el primigenio, no el rapaz de hoy) es una idea emanada de la Ilustración, es decir de la izquierda.
Es importante observar esto, ya que el principio fundamental que tenía el capitalismo era que el ciudadano, ya no súbdito, debería poder acceder a la propiedad privada (que antes era del rey).
Antes de que la izquierda, la Ilustración, promoviese este concepto de propiedad privada, la propiedad era absolutamente del rey (con sus respectivas variantes). Por supuesto, dicha propiedad era concesionada a los nobles quienes a su vez recibirían una renta de todo lo que se produjese en dichas tierras. la alta burguesía se coló más adelante, para incrustarse como parte de este círculo íntimo de gente de poder y la iglesia siempre fue el instrumento ideológico para que la gente comprase el discurso sin chistar (léase a Yuval Noah Harari).
La revolución ganó y empezaron a aparecer ciudadanos hasta debajo de las piedras.
Gracias a que Napoleón le partió su mandarina en gajos a las monarquías europeas, pudieron empezar a prosperar las ideas de los intelectuales, ciudadanos y mucha gente valiosa que no pertenecía a ese círculo de poder (Beethoven, aunque quedó desencantado de Napoleón, Goethe, Hidalgo, Bolívar y muchos otros. Al calce, ya eran moneda corriente las ideas de Rosseau, Voltaire, Adam Smith, Locke y otros ilustrados). Se empezó a hablar, en forma, del concepto moderno de libertad.
Pareciera que poca gente sabe o entiende que la libertad no existía bajo ninguna circunstancia adentro de las monarquías, ya que el monarca era el encargado de decidir quién iba ser campesino, noble, quien soldado, etc. Hoy día los neoliberales esperan que los nuevos monarcas mantengan este poder de elección. Por supuesto lo explico un poco más adelante y no me desligo de las falacias propuestas por esta fulana.
El caso de los botones.
Resulta que en la Francia de Luis XVI, los marineros de Marsella se encontraron con que los botones hechos de concha nácar eran más bonitos, de mayor durabilidad y más baratos que los que hacía un marqués de la época, por supuesto amigo del rey, que se encontraban hechos de madera, mismos que se rompían rápidamente y además tenían un costo importante. Hay que recordar que en aquel momento, los botones eran una forma de discriminación social, y era posible llevar a una persona a la cárcel por usar más botones de los que la ley le permitía, ya que usar más botones implicaba que querías hacerte pasar por noble (suplantación de identidad). Hoy se utilizan los Rolex, los autos de lujo y los trajes de alta calidad y otras cosas, como forma de evitar que te mezcles con la nobleza. El punto es que, cuando empezaron a disminuir las ventas del marqués, inmediatamente busca el origen y se encuentra con que alguien más estaba produciendo los botones. El marqués era el poseedor por decreto del monopolio de los botones y acusa inmediatamente ante la justicia del rey (ante la corte del rey) a los marineros de Marsella para evitar a toda costa que siguieran produciendo botones. Este caso es uno de tantos que dentro de la asamblea constitucional de la revolución francesa buscaba promover el libre mercado como forma de igualdad y libertad. Esto es, los marineros de Marsella estaban convencidos de que debían poder hacer botones sin el consentimiento del rey y poder competir por producir los mejores botones. Aquí la esencia del libre mercado, el capitalismo primigenio y la propiedad privada (todos estos conceptos en beneficio del pueblo y emanados de la izquierda).*
A lo largo de la historia, dicha nobleza (que no debe confundirse con la nobleza ganada por el alto valor real de la gente), los nuevos monarcas, los banqueros, grandes empresarios, fascistas y otros más de la misma calaña, han buscado tergiversar una y otra vez los buenos conceptos intelectuales de quienes buscamos la libertad para el ciudadano del mundo.
Es ese espíritu liberal, el mismo que llevó a los hombres de La Reforma a hacer la Constitución de 1857, a separar a la iglesia del estado y a promover una economía libre en México. Concretamente estamos hablando de Benito Juárez y sus allegados. Casualmente, muchas de las políticas patriotas de Juárez las intenta llevar adelante AMLO, pero esta es una discusión para más adelante.
Los neoliberales
Contrarios a los liberales, tenemos a los neoliberales, que como dice Noam Chomsky, ni son nuevos ni son liberales. A través de esta política económica se busca crear una especie de ley de la selva a través de la cual gane por definición el más fuerte, viendo esta situación como algo enteramente natural y como gran promotora de los avances y progresos de la humanidad. Por cierto nada más falso que esto. Las monarquías nacieron justamente de esa ley de la selva, en donde, el berebere con el mazo más grande era el que quedaba como rey y es lo que buscan los neoliberales.
En términos simplistas, es tanto como lanzarte al circo romano en medio de una manada de leones hambrientos y plantear que te están dando la oportunidad y la libertad de poder competir por ser el mejor. Los sistemas económicos que proponen esto, los neoliberales, buscan esta fórmula de supuesta libertad de competencia para que sean solamente los grandes corporativos los que se queden con todo el pastel.
De ahí que hay que desmenuzar minuciosamente los argumentos de esta fascista. Ya que por momentos menciona conceptos como libertad, que parecieran irrefutables, pero te encuentras rápidamente con que la idea es la de abrir la puerta para que se metan los ladrones a tu casa.
Los ladrones siempre te sugerirán que bajes los sistemas de seguridad de tu casa y que no confíes en tu vecino. Por supuesto un ladrón nunca te dirá que su objetivo de fondo es robarte. Esta fulana espera que te prestes para que demos las condiciones para que los grandes corporativos extranjeros se consuman todo el mercado nacional, impidiendo, en los hechos, que los pequeños y medianos empresarios tengan ninguna posibilidad de competir con nadie. El único sistema que logra frenar que los grandes corporativos se coman a los pequeños y medianos empresarios es un gobierno suficientemente fuerte (no demasiado pues se hará dictadura). Tiene toda la razón cuando se busca que el gobierno no tenga demasiado poder, y sin embargo, el gobierno debe tener el suficiente y, además, los ciudadanos debemos participar profusamente en él (cosa que por alguna razón no menciona, que seamos los ciudadanos los que nos hagamos del poder y, de hecho, siempre lo denosta como populismo).
Si revisamos de fondo, la expectativa de estos mismos neoliberales, es acabar, a como dé lugar, con la educación pública, la salud pública, la policía al servicio del pueblo y privatizar los ejércitos. Ojalá alguien me pueda dilucidar cómo podríamos defendernos entonces de los grandes abusadores o incluso de los países extranjeros.
En su momento, consecuencia del liberalismo del siglo XIX, México tenía propiedad privada y esto propició que varios terratenientes norteamericanos empezasen a comprar grandes extensiones de tierra en Texas, lo que propició poco tiempo después la pérdida de este territorio. Se buscó hacer exactamente lo mismo, con Baja California y Oaxaca, durante el gobierno de Porfirio Díaz, como forma de quitarnos importantes porciones de territorio, nuevos puertos hacia Asia y un canal en el Itsmo de Tehuantepec (grandes negocios que por cierto seguimos sin explotar como país y sospecho de las corruptelas de los políticos para que estos no sean los generadores de riqueza). Esa es la razón por la que la Constitución de 1917 se reserva para el Estado la pertenencia de la tierra, como forma de evitar que los “muertos de hambre” regalen sus propiedades a los extranjeros, cosa que pasaría hoy en día con mucha rapidez.
Como planteaba Sócrates, sí hay razones para dudar de las decisiones que partan de un sistema democrático. Ya que el pueblo no siempre decidirá correctamente en beneficio de todos y se presta para una cantidad de corruptelas. Esto es definitivamente cierto y, sin embargo, sigue siendo más sensata la línea democrática como forma de elegir la dirección del país (a menos que tuviésemos dictadores honestos, lo cual, por definición es ilógico, o bien la gente sea suficientemente civilizada para tener una anarquía, lo cual es utópico de momento). Pero cuando alguien llega con el discurso de que el pueblo por definición es ignorante y, atender las necesidades del pueblo significa ser populista (y por ende algo malo) entonces están esperando que nos demos un tiro en el pie, ya que yo sostengo que nos encontramos adentro de una cleptocracia y están buscando convencernos de que hay que dar continuidad a los ladrones.
La religión misma, es un discurso completo para buscar convencer al pueblo de que su mejor misión en la vida debe ser la sumisión y que debe aceptar el control de sus gobernantes, no importando cuán corruptos sean. He aquí una de las razones por las que la derecha, los conservadores, se encuentran siempre de la mano de la iglesia y del ejército. Por supuesto siempre en un concepto, de facto, contrario a la libertad.
Si revisan, a la fecha existe gente que ocupa palabras bonitas, que intenta convencernos de que las monarquías son los mayores promotores de la libertad, cuando justamente son lo contrario. Hay algunos textos espeluznantes por ahí.
¿Ha cuestionado Gloria Álvarez en algún momento el papel de la religión?
Los fascistas actuales usan conceptos de libertad (son de hecho los grandes tergiversadores), como forma de convencerte de que entregues tu propiedad rápidamente al mejor postor y a un precio ínfimo; empezando por tu trabajo.
Aplicar los conceptos de propiedad privada que propone esta fulana, nos llevaría rápidamente a que los mexicanos nos encontremos en reservas de indios, adentro de nuestro propio territorio.
De hecho, ya han logrado convencer a mucha gente de la clase media de que es más sensato que el dueño del negocio sea el vecino y que, de algún tipo de forma (nadie sabe cual), tú vas a ganar más dinero cuando tu propiedad privada pertenezca a otro. Tal es el caso del petróleo mexicano.
Han llegado al grado de convencer a mucha gente de que es legítimo derrocar por la fuerza a un gobierno de izquierda, aún cuando haya llegado de forma democrática, siempre que se mantenga el sistema donde sólo un pequeño grupo siga manteniendo el poder. Tal es el caso de Chile con Salvador Allende (léanse a los Chicago Boys, Greenspan, Pinochet, Tatcher quienes validaron el golpe de estado). Sin darse cuenta la gente que entonces, la democracia, es una falacia si no es cierto pueda gobernar el bando contrario. Es por ello que mucha gente acepta que sí hubo un fraude en 2006, pero que “era un fraude necesario”. A esos niveles de contradicción hemos llegado.
Al calce, en el discurso público, la derecha siempre dice que no existió fraude electoral, pero en la plática privada se enorgullecen de los métodos de cómo lo hicieron.
Cuando vemos a esta fulana y otros de derecha rasgarse las vestiduras cuando un político decide “regalar dinero a los pobres“, por alguna razón, nunca los veremos rasgarse las vestiduras cuando se le regala el dinero de nuestros impuestos a los banqueros, a los empresarios carreteros, a estados o municipios que fueron saqueados por el gobernante anterior y otros casos. Por alguna razón siempre se encuentran de acuerdo con privatizar las ganancias y socializar las pérdidas.
La analogía de la familia
Yo propongo la analogía de la familia para esto (por cierto, yo renuncié al término “familia” por su origen etimológico, substituyéndolo por linaje).
En mi estirpe (no se la de ustedes), entre mi señora y yo generamos más dinero que mis dos hijas y los perros (4). Si uno se enferma y no puede salir a trabajar, estudiar o incluso divertirse, los demás apoyan al enfermo, se le alimenta y se le dan tratos especiales en lo que se recupera para poder seguir haciendo sus actividades. Todos debemos colaborar en la seguridad de la casa, el mantenimiento y contribuir a una armonía para vivir felices. Si una de las niñas quiere ir de fiesta, le damos dinero para que se divierta (siempre que haya disponible) y no se le cobra (siempre que esté cumpliendo con sus obligaciones). Todos comen, todos reciben servicios de salud, todos están obligados a estar educados, no todos pueden contribuir a la generación de riqueza. La derecha busca convencernos de que sólo deben comer y recibir servicios de salud (como los hombres de gris del libro de Momo de Michael Ende) los que sean generadores de riqueza, de forma que si las niñas no están produciendo, hay que esconderlas en el clóset. A los perros habría que sacrificarlos pues no tienen posibilidad de producir o simplemente dejarlos morir de hambre, y las fiestas y los lujos sólo deben ser para mi esposa y para mi. ¿Cómo se administra tu familia? ¿No acaso los mexicanos deberíamos ser una gran familia? ¿Es equivocado repartir los beneficios del negocio incluso a quienes no están produciendo?
Aquí se emplea también una analogía que me encantó: la economía neoliberal es como una mesa donde el banquero se ha quedado con 90% del pastel, le da 10% al hombre de clase media y le dice “ten cuidado porque el trabajador sindicalizado que tienes junto se quiere quedar con tu parte”.
Tampoco le escuchamos a esta fulana hablar de que los grandes corporativos paguen impuestos como sí deberían hacerlo.
Si se hace una revisión pormenorizada, se encontrará uno con que existen miles de exenciones de impuestos a los grandes empresarios, con el pretexto de que están generando empleos, logrando en los hechos, que sean casi únicamente los trabajadores y la clase media los que están contribuyendo con Hacienda y el desarrollo del país. Pero ahora resulta que si uno como contribuyente quiere incidir en las decisiones de a dónde se destinará ese dinero, como lo puede ser el 1% mínimo del PIB que requiere la investigación en ciencia y tecnología, resulta que uno es populista o chairo.
El objetivo intrínseco de esta fulana, no es el de darnos clases de economía, ni organizarnos en contra de la corrupción, ni promover la creación de negocios o la generación de empleos. Su único objetivo es el de participar en la guerra sucia en contra de Andrés Manuel López Obrador, y que todos nos sumemos a los TUCLOS (todos unidos contra López Obrador) para dar continuidad a la estrategia de campaña negra de derecha que se inició con el franquista Antonio Solá en el 2006.
Sobre López Obrador
Yo no sabría decir si López Obrador será la gran maravilla de gobierno, ya que en este país, al igual que en Juego de Tronos, las traiciones van a aparecer desde cualquier lado.
Lo que sí sé, es que ya gobernó la Ciudad de México y no es cierto que le haya quitado casas a los ricos para dárselas a los pobres (cosa que sí sucedió a la inversa con Fox y Calderón a través de los bancos y de los hijos de Martha Sahagún). No es cierto que haya habido carestía de alimentos, muy por el contrario por cierto con los comedores comunitarios que me parecieron una maravilla. No es cierto que los empresarios hayan dejado de tener negocios, aunque si es cierto que los grandes empresarios no se llevaron todo el pastel. No es cierto que se haya convertido la ciudad en una Venezuela, o que de pronto hayan pululado gente miserable en las calles, por lo pronto no más que en los gobiernos priístas. No hubieron violaciones a la ley, salvo la denuncia en disputa sobre abrir una calle para un hospital, ni violaciones generalizadas a los derechos humanos, como si sucedió dentro del gobierno de Calderón quien se aventó la puntada de que su señora, por sus corruptelas nepóticas, haya quemado niños y culpado a los trabajadores en lugar de a su familia y los otros dueños del negocio.
Por supuesto que AMLO, es una persona criticable, que la neta si ha hecho chingaderas, y cuyo modelo económico no necesariamente es el mejor de todos. Aquí la cuestión, es que existe una andanada de los conservadores de ultra derecha en contra de él en forma acérrima, lo que impide ver con objetividad al personaje.
Esto es, si hay que criticarlo y poner la lupa sobre su trayectoria, hay que diferenciar las falacias que se han planteado de las realidades, pero muy importante, quizás más que todo lo demás, es que esa misma lupa debemos poner sobre absolutamente todos los demás políticos que contienden contra él.
El país no saldrá adelante si llega un AMLO o nadie más, si no ciudadanizamos primero al gobierno. Pero la ultraderecha acusa que esto es populismo.
Unas primeras conclusiones sobre AMLO:
Existe gente inteligente a favor y en contra de Andrés Manuel.
Existe gente rica a favor y en contra de Andrés Manuel.
Existe gente de izquierda a favor y en contra de Andrés Manuel.
Pero lo que sí es completo, es que todo el fascismo se encuentra unido en contra de Andrés Manuel. De ahí la razón por la que mi voto será por él, no porque sea mi mejor opción, sino porque es el gran enemigo de mis enemigos.
Termino esta parte, diciendo que por supuesto no buscaré nunca impedir que se escuche a una fascista como Gloria Álvarez, pero si invito a que se haga una revisión pormenorizada de su argumentación en forma lógica para darse cuenta de las falacias que plantea. Los invito a que no me crean absolutamente nada, sino que investiguen por su propia cuenta y entonces juzguen. Esto es un tema amplísimo y, como ciudadanos (no como súbditos) debemos poner en la mesa para resolverlo.
En otro artículo propondré el abordaje de los conceptos de fascismo, corporativismo y libertad.
Saludos a todos.
* Prometo dar en cuanto pueda, la bibliografía y los datos exactos del caso de los botones, ya que hace mucho que leí el libro que planteaba esto, pero no tomé la delicadeza de anotar título y autor pues no pensé ocuparlos en mi vida más adelante.